Podrá no haber poetas... # 2

Hálito de nostalgia acaricia mi ser,

Palidecen mis sentidos en silencio,

Alma mía que se ahíta de la soledad,

Versos ávidos de ti,

Pernoctan en las sombras de la consciencia.

Temo confesar que me gustas.

De mi lo tomas olvido,

Recuerdo del ayer es hoy,

Día en que te conocí,

Fugaz tu dulzura fue,

Mas nunca efímero el instante,

En que mi boca probo de ti.

Cuerpo Rígido de deseo,

Placer de mis sentidos,

Pardo por color tu piel,

Y blancas tus colinas son,

Que en tu pecho duerme mi delirio,

Enmudecen mis palabras en ti.

Escribo, Pues Temo Yo,

Confesar que me gustas,

Adicto soy de ti…

Tarta de Coco.

Amaneceres rotos.

Un día, tan común como hoy y solo distinto de ayer por el color de su cielo. Él, cuyo nombre no sabemos, puesto que no importa para el relato de hechos simples, tales como son los sentimientos más profundos de su ser, pues ¿Quién es el espectador de una obra? ¿Aquel que construye un mundo de ficción a través de un personaje contenido en un relato? ó ¿Aquel del que todo sabemos sin conocerle, usurpadas sus experiencias son, por otros que dicen vivirlas? Al final el espectador y el protagonista coinciden en aquella rutina, esa a la que llaman vivir. Él, que solo conocemos entre versos:

Él, que en un día común, en un ayer similar, se pregunta; ¿Para qué los puntos y aparte? ¿Para qué el silencio? Después de todo, la poesía es solo una fábrica de ilusiones que pinta de fantasía un mundo a blanco y negro, pero cuando cae el telón, la magia muere con el fin de la función, quedan tan solo, los amaneceres rotos.

Hacer memoria es olvidar.

Lo primero que recuerdo es ver el mundo en tus hombros, tus historias, nuestros viajes, tu mirada distante, y como reposan en la memoria fríos epitafios del ayer.
Recuerdo lo que fue y no fue, recuerdo ser solo el dueño de tus instantes, espectador de tus momentos, y te recuerdo ausencia como si habitara en ti, tu partida, nuestro olvido, son en eco en mis tardes de lo no sucedido.
Recuerdo tus besos y viene a mis labios el silencio de tu boca, te recuerdo porque en ti soy.

 Los sueños que en recuerdos quedan  y parecen absurdas realidades de la imaginación, y entre tanto que recuerdo no me topo contigo olvido.  Paradójica tu lógica que entre un recuerdo y otro, consigue mi memoria dar con el olvido.

Podrá no haber poetas... # 1

Conciencia impávida del silencio,
alma ignota que vives anónima,
inefable sentimiento de acíbar,
elocuente nostalgia que he de olvidar.